jueves, 5 de abril de 2012

¿Se puede decir mejor?...


TRIANA SOLA



Triana sola,
Sin ruidos y sin nadie;
Sola.
Como si las calles se hubieran inclinado hacia el puente
Y vertido las gentes afuera de las casas.

Triana toda,
En cuesta hacia el Altozano y las gentes rodando su prisa
Y su afán por ver al Cachorro un día de Semana Santa.

Triana entera por las barandas del puente,
Festejando la mirada sobre la senda del río,
Dejándola caer por la hendidura
que al duplicar el cielo en las serenidades
Partía en dos el mundo según la pauta del Guadalquivir.

Triana,
Congestionada en una espera,
Lleno el puente y el Altozano,
Y las calles solas,
Solas,

Y la cal y el silencio
Que ampliaban aún la soledad.

Por una calle,

Sola,

Unos pasos justos y medidos…
Y al volver la esquina
Dos gitanos,
Agachados por la pena
Que sostenían sobre una silla
A otro gitano casi muerto,
Desnudo el pecho,
De pálido bronce,
La mirada fija y alta,
Los rizos de charol sobre la frente
Y una puñalada en el corazón.

Detrás
Caminaba una gitana moza
Que lloraba sin sollozos,
Derrumbada la cabeza
Sobre los hervores del pecho.

Yo recordé entonces
La leyenda del cachorro,
La del escultor gitano
Que no pudo terminar la imagen 

De muerte violenta

ANTONIO NUÑEZ DE HERRERA
Diario La Libertad 18/04/1930

A otro cañí,
Cuya cara quedo para siempre en la escultura.

Cruzó en silencio el grupo que conducía al gitano.
No manaba sangre la herida;
Solo por los finos labios de la puñalada…
Daba una última sonrisa el corazón.

Llegó El Cachorro
Entre piropos y clarines a la calle.

Yo ví pasar
Entre nazarenos, cirios y clamores…
A Jesucristo de Triana,
Muerto en el Altozano
De una puñalada en el corazón.


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