lunes, 23 de mayo de 2011

Alguna vez preguntado...




Si alguien me ha preguntado
Que de donde soy yo,
He dicho que de Sevilla
Desde los tiempos aquellos
En que mi tocayo, El Santo
Por estas tierras cayó.

¿Pero es que ser de Sevilla
Solo es nacer por aquí?
O sentir por esta Tierra
Lo que se puede sentir…

Sevilla, es acogedora,
De multitud de creencias,
Sevilla es de las tendencias
Cultivo de la poesía,
Tarro de aromas y esencias.

Maletín de los colores,
Pincel que pinta cadencias
De imágenes y sonidos,
Entrando en la confluencia.
Junto al compás de una tierra
Que se alegra en la tristeza.

Capaz de llorar cantando,
Y cantar mientras que reza
Todo ello en el momento
Que una música sonando,
Hace, revivir el tiempo
Ese... el que va pasando.

De entonar de madrugada
La saeta desgarrada
Y pasar después de ello
A la alegre Sevillana
De “óles” y de silencios
Ante el arte que se asoma,
Sobre el color del albero
O con el olor a incienso.
De ver el doble sentido
Aplicándole el ingenio
A lo serio y a lo alegre
A lo bonito y lo feo.

De amar y de ser amada
De poner el sentimiento
Hasta el límite perfecto,
De no pasar de la raya
En que queda lo correcto.

De ser de esto o de aquello
Sevilla es dual, es cierto
Pero de puertas “pa” dentro
Pues si preguntas de fuera
Lo mejor es “to” lo nuestro
Critican las malas lenguas
Del carácter Sevillano,
Porque parece que a veces
Decimos que de Sevilla
No se puede ir a otro lado
Donde se viva mejor,

¡De Sevilla para el cielo!,

Que barremos para casa
Como se dice en cristiano,
Y que quieres que le hagamos,
Si de Sevilla nos vamos,
No nos vamos a ir al infierno
Con “la calo” que pasamos,
Así que mira, te explico,
Que para ser sevillano,
Hay que querer a Sevilla
Y tenerla muy presente
Sin soltarla de las manos.

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