martes, 14 de febrero de 2012

Caballero




Curtido en cien mil Batallas,
Adalid de las doncellas,
Caballero donde Haya
Defensor de todas ellas,
Juglar en la intimidad,
Escultor de la belleza.
Sentimental y poeta,
Capaz de mayor proeza
Y al fin de alguna aventura,
Por no dejar que la pieza
Se escape de su captura,
Hablador y pendenciero,
Orador incorregible,
Autor de odas y versos
Cantor del mejor cantar,
Su mejor arma la risa,
Su mejor virtud amar
Y hacerlo aun si descanso,
Sabedor de sentimientos
Y muy diestro en el mirar,
Ladrón de los pensamientos
Siempre sabiendo escuchar.

Hasta que vino una brisa
Por arte de birli-birloque
En un halo de sonrisa,
Profundidad en la mirada
Y cabellera rizada
Que hizo que el Caballero
Pusiera por fin su espada
En un rincón apartada,
Y dedicar toda el alma,
A quien le dieron cien años
Del mejor de los perdones,
Por robar a aquel ladrón
Y dejar del caballero
Ocupado el corazón.


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