miércoles, 18 de abril de 2012

Cuentan estas pocas letras...


Imagen: Rocío Cuellar 2012

Esta historia que describo,

Habla de algún sentimiento
De las cosas que percibo.

Cuentan estas pocas letras,
Cuando el frío se suaviza
Al llegar la primavera,
El sol calienta los días,
El ocaso llega tarde,
Las estrellas son esquivas,
En el día... mora La Luna
Y el amanecer comienza
Dándole al día la Vida
Mañanas como ninguna.

Y cuentan que en el verano,
De la luz interminable,
Del mar, del olor a sal,
Del rojo de los geranios,
Del amarillo trigal
Y el color del horizonte
Cuando el Sol al fin se esconde
Para pronto regresar,
De azul marino, del cielo
Donde lucen cual diamantes
Las estrellas, los luceros.

Dicen también estas letras,
que una vez pasado el tiempo
El otoño es el momento 
De los contrastes mayores,
De los tonos de colores
Y del correr de los vientos,
El traspaso atemperado
Del resurgir de la vida,
De la época pasada
Al letargo que se acerca,
Cuando la noche se alarga.

Hablan por fin que en invierno,
Cuando la leña crepita
En el hogar del infierno;
Añado romero seco,
Unas ramas de sarmiento,
Voy con ello consiguiendo
Si sobre brasas candentes
Coloco granos de incienso,
Que se convierta, no miento
En el cielo más patente.

No es una historia cualquiera
Del tiempo que nos espera,
No habla de la primavera,
Ni de otoño, ni de invierno,
Ni de verano siguiera,
Habla de aquel sentimiento,
De la vida pasajera.



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